Una receta expectacular, de esas recetas ricas que nos recuerda a la cocina de la abuela, fusionada con las prácticas modernas.
Necesitamos:
- 4 calabacitas tiernas de tamaño mediano - grande
- 1 pechuga de pollo
- 1 tomate grande cortado en cuadritos
- 1 cucharada de cebolla picada finita
- 3 cucharadas colmadas de spread de Pimientos asados con maní.
- 3 rodajas de queso para gratinar de tu preferencia
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Sal y pimienta
Colocamos agua a hervir en una olla y cuando rompa el hervor agregar las calabacitas previamente lavadas con tronco y todo como vienen. Cuando les entre bien un tenedor retirarlas del fuego y pasarlas por suficiente agua fría para evitar que se sigan cociendo (en este punto debemos tener cuidado ya que se cuecen bastante rápido, y las queremos al dente no recocidas) el tiempo de cocimiento dependerá del tamaño de las calabazas.
Mientras tanto cocer la pechuga de pollo con sal y pimienta y desmenuzarla.
Retirar los troncos de las calabazas cortando 1 cm más para formar una especie de ollita o recipiente y retirar con una cuchara las semillas o el relleno de la calabaza, cuidando que no se rompan.
Por aparte, freír el tomate y la cebolla con la cucharada de aceite y agregar la pechuga desmenuzada. Retirar del fuego y agregar las 3 cucharadas del spread de pimientos y maní. Con esta mezcla, rellenar las calabazas y colocar por encima el queso para gratinar.
Hornear en un pirex a fuego medio por 20 o 25 minutos, o hasta que el queso esté dorado.
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